En la «Ciudad Maravillosa» con el lio de la Copa de Fútbol y las Olimpiadas 2016 todo, absolutamente todo, está subiendo de precio y vertiginosamente. Los cariocas se hartaron y yo también! Ante las circunstancias, lo único que se puede hacer en una ‘democracia’ es protestar.
Foto tomada de otro sitio web
Las manifestaciones en todo Brasil comenzaron para reclamar el aumento de la tarifa de los ómnibus, trenes y metros. Pero súbitamente, el carácter de las protestas se ha tornado más serio. Ahora la lucha no es solo por el aumento de 20 centavos del transporte como los políticos creían, sino por acabar con la corrupción y la violencia, mejorar el precario servicio público y la educación, por el absurdo costo invertido en obras inútiles y en la Copa de Fútbol, etc, etc, etc, etc… Aquí un paréntesis. El domingo pasado en el juego de Italia vs México en la Copa de las Confederaciones, Dilma Rousseff y el presidente de la FIFA dieron un discurso demagogo y los expectadores empezaron a reclamar «buuuu buuuu». Después del partido y fuera del estadio, había una manifestación de oposición contra los gastos por el torneo y la subida de precios. Un amigo que estaba allá vio que la policía se preparaba a reaccionar. Nada nuevo, eh? Yo todavía me cuestiono como Brasil con tantos problemas puede ser sede de 3 importantes eventos. No hay infraestructura ni se creará la adecuada tampoco.
No fomento el desorden público, pero las manifestaciones deben seguir hasta que el gobierno de cada estado y la presidenta de Brasil hagan realmente algo decoroso a favor de todo el país. Es triste e indignante la pobreza en un país tan rico, las horribles salud y educación públicas, la situación de las favelas (donde también viven niños y personas decentes) y el desalojo de los indígenas, la violencia, la corrupción hasta de la policía, la falta de valores y principios morales, los altos y absurdos impuestos, etc.
Ya era hora que Brasil abriera los ojos y luchara por cambios radicales y favorables para todos, por un país mejor!